
Veo desde mi balcón, un cielo profundamente azul, una luna llena que ilumina con su esplendor y a su alrededor un millar de estrellas titilantes.
¡¡hay un hijo que me espera!!
Es el hijo del amor que de mi lado se fue, dejándome en el alma esperanzada un amargo sabor a soledad.
¡Él no ha muerto! pues vive en aquella estrella y muy dentro de mi alma...
Siempre que mis ojos miran al cielo, es que sus ojos se cruzan con los míos,
sus manos se tienden a mi cuerpo y es cuando sé que me llama,
cuando escucho su llanto en mis oídos, su necesidad de mis caricias, mi necesidad de nuevamente acunarlo.
Hay una estrella en el cielo profundamente azul que cuando la miro me sonríe.
Más que una estrella.... es una voz, la voz de mi niño ausente,
mi niño que desde su estrella....durmiéndose me espera.....
Para ti Ingrid, amiga...un abrazo!!
Eneida Ulloa
Mayo 2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario