Asteroide CX-831

Salgo de mi pequeño refugio de papel,
el cielo no ha cambiado mucho, sigue rojo.
El horizonte vacío
sigue siendo el único
que conoce mi verdadero destino.
De pronto, mi solitaria soledad dejó mi ser
para así entender otras mentes.
Una sombra de mujer conocida,
pensé que tampoco hablaría mi desentendido idioma,
pero no fue así.
Hasta su sombra comprendí desde el principio.
¡Qué infinita belleza y qué arte similar
esconde aquel reflejo
que me acompaña por este camino
de piedras negras y espinas azules.
Amor distinto, mayor que la vida misma,
algo más que el deseo;
gracias por mostrarme toda la intensidad del amor de amigos.
Unidas las manos, como las almas también,
caminamos por la vida,
aunque el cielo no haya cambiado mucho...
sigue rojo,
y mi casa sigue de papel maché.


Ignacio leal Parejo