NACHO

NACHO
feliz cumpleaños 2006!

jueves, 17 de abril de 2008

Destino

En un día de marzo
profetizó el poeta
con la infinita certeza
que aún guía nuestros pasos,
describió estas nubes
que enrarecen nuestra unión
y no me dejan observar
tu gran indiferencia.

Nacho

lunes, 7 de abril de 2008

Te dejo un rato, amor



Te dejo un rato, amor

( por: ignacioleal Género: Cuento )

- Te dejo un rato, no me provoca envejecer. – Dijo y salió a caminar con lo eterno de llavero, siendo niño y siendo siempre, la mitad del tiempo.Yo, tiempo, por mi lado, respondo siempre con ojeras, que es lo mismo, que con muchos colores es mi retina la que sirve de ventana para muchos y que si te vas busca siempre a la mas bella.
- Bueno, es su respuesta, y se va; con su llavero a tratar de conseguir: un alma, un rostro y un poco de vida. Mientras yo, me quedo viendo lunas y calles, aleros y faros; y si me aventuro a caminar es a encontrar al amor, a saber que sabe y a saber quien soy, si soy de felpa y si existo; porque de existir se puede mucho pero de llegar a entenderlo es lo difícil.
Sin decidirme a si quiera comenzar a caminar, caminé, y como un mimo entre paredes invisibles me observé pasar. Fumando a veces entre pasos errantes. Viviendo como humo que sale de mi boca. Fumo siempre después del placer y como del placer se dice mucho quizás el amor se encuentre cerca.
Pero que puede saber un simple tipo como yo, con necesidades y obligaciones horarias de lugares en donde pueda o no encontrarse él.Seguí pensando en caminar y en buscarme a mí y a extrañar un poco. Y cavilando extrañé, ¿será el amor el gusto o tan solo el acto de extrañar? Casi antes de darle una pequeña posibilidad a responderme esa pregunta conocí al amor.
Y que pudo realmente preguntarle el tiempo al amor que no sean cosas que lleven a descubrir su naturaleza, o tan solo a saber de que está hecho porque por mi parte alfombradas mis manos están.- ¿Amor solo de nombre? - Si.- Yo: mitad tiempo, mitad paisaje sobre fondo negro para muchos. Muñeco o marioneta infranqueable por mis ojos y mis huesos ecuatoriales. Pero al sol, a él nunca dejo de traerlo.- Me gusta verte mirar, pero si no somos mas que un nombre, qué le queda a los demás. Podremos quizás explicarnos el uno al otro como puede el mañana venir. Podré también decirte que mi anatomía va más allá de un extrañar o del placer como te escuché declamar con imprudencia por las calles.
- Me imagino sabiéndote sabio, amor. Me imagino borrando tus huellas por entre un beso; pero es la acción, el verbo lo que confunde sobre ti. Nuestras manos entonces comenzaron a tocarse y a volverse sencillamente eternas. Mientras, en una plaza configurada por edificios grises y verdes. Allí, bajo una inmensa palma observamos al niño del llavero con su hermosa compañera. Nosotros, amor y tiempo: comenzamos borrando y creando besos, recordando y tejiendo historias. Ellos, siendo nuestro lienzo, nuestro hilo, nuestro barro.- Se que puedo hacerte regresar con un recuerdo- dijo ya anciano - No puedo olvidarme del orden en como escribo las cosas, es imposible. Olvídate de eso y anda a colocar tu llavero astral en su sitio.
Ve con tu sangre a envejecer. Sigue siendo la mitad del tiempo y la mitad de todo, esa que crece, vive y muere; esa que coloco en la oscuridad de mis ojos por un rato, para olvidarme de que de hueso y felpa soy.